Asociación Enseñanza Bilingüe
Madrid, 10 de agosto de 2016

El Ministerio de Educación debe dar ejemplo y convertirse en un referente para las Comunidades Autónomas. Su único territorio de gestión en educación son las ciudades de Ceuta y Melilla. Debería emplearse a fondo y desarrollar políticas que sirvieran de modelo a las demás administraciones. En enseñanza bilingüe esas políticas no son las adecuadas.

El Ministerio de Educación ha publicado en el BOE del 6 de agosto de 2016 una Resolución de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial para la selección de centros en los que se implantará enseñanzas bilingües en Ceuta y Melilla para el curso 2016/2017, es decir un mes más tarde.

 

La Asociación Enseñanza Bilingüe, con el fin de contribuir a promover una enseñanza bilingüe de calidad, quiere dejar constancia de su desacuerdo con los procedimientos seguidos por el Ministerio de Educación para la implantación de la enseñanza bilingüe en las Ciudades de Ceuta y Melilla mediante un análisis de la Resolución recién publicada.

El análisis consta de dos partes, la primera de carácter general de la Resolución y la segunda del modelo de enseñanza bilingüe.

A.- Resolución de 18 de julio de 2016 – BOE de 6 de agosto

1.- La Resolución para la implantación de enseñanzas bilingües en las ciudades de Ceuta y Melilla se publica en el BOE un sábado del mes de agosto. Agosto es el único mes completo del año en el que todos los profesores están de vacaciones.

2.- El nivel normativo utilizado (Resolución) es un claro reflejo de la escasa importancia que el Ministerio concede a la puesta en marcha de enseñanzas bilingües en Ceuta y Melilla. La importancia de un programa de semejantes características en ningún caso se debe realizar mediante Resolución. Un Real Decreto y/o una Orden Ministerial serían los elementos adecuados para dar a este tipo de programa la estabilidad y las garantías necesarias.

3.- La Resolución pretende que en el año 2021/2022 el programa alcance la totalidad de las etapas de educación infantil y primaria. Teniendo en cuenta que, en aplicación de la Resolución aprobada, es materialmente imposible que el programa empiece el curso 2016/2017, esa previsión no se puede cumplir.

4.- El plazo de presentación de solicitudes es de 20 días naturales desde su publicación, es decir que los centros tienen que presentar las solicitudes entre el 7 y el 27 de agosto de 2016.

5.- De acuerdo con la Resolución, durante este mes de agosto, los centros interesados tienen que reunir a sus claustros y a sus consejos escolares para presentar la solicitud de participación, una propuesta de proyecto, la autorización del director (Oído el Claustro de profesores y el Consejo Escolar del centro), una solicitud individual de participación como coordinador, la relación de maestros propuestos para coordinador y la relación de maestros con habilitación.

6.- La convocatoria se resolverá en un plazo máximo de dos meses, es decir el 27 de octubre, a lo que se le puede sumar diez días hábiles para la subsanación de defectos en la solicitud.

7.- En la Comisión de selección participará un representante de la Subdirección General de Cooperación, pero no se especifica si se trata de la Subdirección General de Cooperación Internacional, de la Subdirección General de Cooperación Territorial o de la Subdirección General de Cooperación Cultural.

4.- El Plan de formación de entrada al programa Bilingüe se concreta en dos modalidades:
1. Modalidad A
2. Modalidad B
3. Formación específica en evaluación para el desempeño

5.- El plan de formación de entrada al Programa bilingüe 2016/2017 se realizará durante los meses del último trimestre de 2015/2016. Es decir durante los pasados meses de abril, mayo y junio.

6.- El Ministerio de Educación tiene previsto certificar niveles según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas. Eso significa que pretende convertirse en entidad certificadora de niveles y por lo tanto competir con instituciones públicas y privadas.

6.- Los centros podrán retirar la documentación presentada a partir de los cuatro meses posteriores a la publicación de la resolución y hasta el 31 de diciembre de 2016. Si la Resolución no se puede publicar antes de 27 de octubre de 2016, se podrá recoger a partir de marzo de 2017, pero como solamente se puede recoger hasta el 31 de diciembre de 2016, va a resultar imposible.

Si el planteamiento de esta Resolución es el ejemplo y el modelo de la seriedad con la que se va a desarrollar el programa bilingüe en Ceuta y Melilla, la Asociación Enseñanza Bilingüe desaconseja que se realice y anima a centros, directores y padres a que exijan un programa bilingüe de calidad.

B.- Modelo de enseñanza bilingüe

1.- La Resolución publicada por el Ministerio es una mala copia del programa bilingüe de la Comunidad de Madrid. Aunque aparentemente reproduce textualmente gran parte de su contenido, de su aplicación no se puede esperar una adecuada calidad.

2.- La experiencia demuestra que los programas de enseñanza bilingüe, con carácter general, producen mejores resultados cuando se inician en el primer curso de primaria. El dinero público debe ser utilizado con eficacia y eficiencia y dirigirse a los tramos de educación obligatoria. Esta consideración no supone rechazar un primer contacto con la lengua extranjera en la segunda etapa de educación infantil, pero no hay especialistas de inglés en infantil.

3.- Impartir en inglés sesiones semanales mediante las disciplinas de Phonics y Literacy refleja el escaso conocimiento de la enseñanza bilingüe por parte de los autores del texto normativo. Phonics es un método de enseñanza de lectoescritura englobado en lo que en el Reino Unido se denomina Literacy (Lengua).

4.- Si el programa se dirige a los alumnos de primer curso de educación infantil (3 años) y al primer curso de educación primaria (6 años), los alumnos de segundo y tercer curso de educación infantil se van a quedar fuera del programa uno y dos años respectivamente, produciéndose un agravio comparativo.

5.- El establecimiento de modalidades es una medida que tiene como objetivo clasificar centros y que no produce ningún beneficio. Que un centro pueda ofrecer a sus alumnos una, dos o tres asignaturas en inglés, creará centros de primera, de segunda y de tercera.
Un programa bilingüe debe ser único e igual para todos los alumnos.

6.- La aprobación del proyecto corresponde a la administración educativa y no al director. Un buen programa bilingüe requiere el apoyo y la supervisión de la administración y la resolución apunta a una delegación de la responsabilidad del programa a los centros.

7.- La exigencia de un nivel B2 era adecuada cuando se pusieron en marcha los primeros programas bilingües en España. Hoy en día, en 2016, el nivel de exigencia debe ser mayor.

8.- La puesta en marcha de un programa bilingüe requiere no solamente ciertos conocimientos, sino también cierta preparación, además de los correspondientes estudios de viabilidad y proyección. Los maestros que vayan a poner en marcha enseñanzas bilingües necesitan recibir con anterioridad una potente formación lingüística y metodológica y disponer de tiempo para la preparación de los materiales y recursos a utilizar.

9.- La evaluación es un elemento fundamental de cualquier programa bilingüe de calidad. Y ello requiere la seriedad adecuada. Una comisión de maestros y profesores no garantiza una adecuada elaboración de pruebas y menos aún que puedan ser certificadas según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.

La Asociación Enseñanza Bilingüe confía en que el Ministerio de Educación rectifique, retire la Resolución publicada en agosto, encargue el diseño y la implantación de un programa bilingüe a expertos y ofrezca a los alumnos de las ciudades autónomas de Ceuta y de Melilla la enseñanza bilingüe de calidad que se merecen y que deberían haber tenido desde hace años.

Asociación Enseñanza Bilingüe
10-08-2016

NOTA: La petición por parte de la Dirección Provincial de ampliar el plazo para solicitar ser centro bilingüe no resuelve ninguno de los problemas planteados. No se puede ni se debe empezar un programa bilingüe a mitad de curso y sin la necesaria preparación.